Somos tres hermanos que continuamos con el proyecto que nuestros padres comenzaron.

Venimos de una larga saga de panaderos artesanos, tanto por parte de padre como de madre. Ya nuestro abuelo Cipriano  tenía una panadería en el barrio del Carmen. Ese fue el inicio de una larga tradición de pasteles y pastas que nuestra madre aprendió y que con el paso del tiempo nos enseñó a nosotros. No solo eso, sino que nuestro abuelo Vicente tenía otro horno (si cuando decimos que venimos de familia hornera, lo decimos con conocimiento de causa), pero éste especializado en pan. Él enseñó a nuestro padre muchos de los secretos de la panadería, y él también nos lo transmitió a nosotros. Así nació Cifre Solaz, en la Avenida Campanar número 5, una mezcla de tradición e innovación panadera y pastelera como no se ha visto en Valencia.

Sin embargo, vamos a hablar un poquito más de nosotros.

Juan Carlos es el mediano de los tres. un amante del pan y la bollería. Ha sido el encargado de aprender nuevas técnicas de elaboración de pan, pasteles, bollería, dando como resultado  el mítico croissant de avellanas (también conocido como “puro vicio”), por sus propiedades altamente adictivas. 

Vicente Alberto es el mayor de los tres, y Olga la pequeña, y también tienen una labor imprescindible en nuestro negocio. Son los encargados de informar a nuestros clientes acerca de los productos que se ofrecen y de aconsejarles según sus necesidades acerca de qué es lo que más les interesa para cada momento, haciendo que el cliente sienta nuestro horno, o mejor dicho, nuestra casa, como la suya.